¿En qué universo fantasioso andarás?
Por qué sendero tus pies inquietos
Recorren el almendral?
Qué sonrisa pecadora
es tu cómplice ahora?
¿En que mundo te conocí,
que aun no puedo recordar?
Y tu alegría infinita
me viene a levantar.
Esa eterna compañera,
irreverente carcajada
contagiosa camarada
de la jornada laboriosa.
Tete, es tu nombre
el que suena
aquel niño ingenioso
inquisitivo como suricata
zarigüeya como el sólo.