domingo, 4 de noviembre de 2007

Vicente

¿En qué universo fantasioso andarás?
Por qué sendero tus pies inquietos
Recorren el almendral?

Qué sonrisa pecadora
es tu cómplice ahora?
¿En que mundo te conocí,
que aun no puedo recordar?

Y tu alegría infinita
me viene a levantar.
Esa eterna compañera,
irreverente carcajada
contagiosa camarada
de la jornada laboriosa.

Tete, es tu nombre
el que suena
aquel niño ingenioso
inquisitivo como suricata
zarigüeya como el sólo.